the-love-andromeda
Mensajes : 8 Fecha de inscripción : 14/11/2011 Edad : 28 Localización : Estando luchando co el mal con shun y sailor venus o solo con shun en la mansion kido
| Tema: Una Flor para ti Lun Nov 14, 2011 6:33 am | |
| este fic no es mio pero es uno que me gusto mucho Una flor para ti…
La luz del sol se filtro por las oscuras persianas de mi habitación, invitándome a despertarme para comenzar un nuevo día. Pero la verdad yo no tenia ganas…¿para que despertarme?...no tenía sentido… solo quería dormir…y mas por que el día anterior casi no había dormido, por causa de Seiya. El cual me pidió que lo ayudase a hacer unas maquetas de arquitectura para la facultad. En fin, simplemente no tenía ganas de levantarme. Si ya se… hoy es el día de la primavera…y todo el mundo en la mansión, a excepción de mi hermano, deben de andar organizando, como todos los años, un picnic. Generalmente yo soy el mas entusiasta para organizar tal evento. Pero últimamente no he estado de muy buen humor que digamos….¿y por que?...la respuesta es simple : Hyoga. ¿y que tiene que ver él con mi desgano y falta de humor?...bien les diré…es que…bueno ¿Cómo se los digo?...mmmhhh…simplemente me enamore de él. Si ya se…él es un chico…pero bueno…ustedes lo saben mejor que yo: “en el amor no se manda”…solo sucedió. Pero de todas formas eso no es lo peor del caso. Sino que no soy correspondido. ¿y como lo se?... lo se por que lo he visto saliendo con Fleur. Hace ya dos semanas que casi no nos vemos debido a que esta pasando todo el santo día con ella. Me siento tan mal por ello y lo peor del caso es que no se ni con quien hablarlo para descargar mi frustración.
Abro mis ojos lentamente, por que siento que alguien ha entrado a mi habitación. Veo al intruso, que no es otro más que el causante de mi actual tormento.
- ¡Buenos días – dice regalándome una hermosa sonrisa - ¿te sientes bien? – pregunta preocupado, mientras ve como de apoco me incorporo en la cama al tiempo que estiro mis brazos y bostezo, sin responderle nada.
- Si… ¿Por qué? – pregunto como si nada me estuviera pasando. Es que ni bien lo vi, mi corazón empezó a latir más rápido de lo normal. Su sola presencia me alegraba la mañana.
- Es que no te levantaste antes…y tampoco saliste a correr…es raro que te levantes tan tarde. – Hyoga se acerca cada vez mas a mi cama y se sienta en una esquina mirándome fijamente.- y más hoy….
- Es que anoche ayude a Sei con su trabajo de arquitectura y me vine a dormir bien entrada la madrugada…- dije mientras pensaba que alegría me daba el que se preocupara por mi.
- Mmmhh… así que era eso… ¡que bueno!...- dice con una bella sonrisa – bueno que tal si te levantas y te preparas que en un rato viene la combi* para que nos vayamos al bosque a festejar el día de la primavera.
- Ok…ya me levanto…- le regalo una de mis sonrisas mientras descubro mi cuerpo. Lentamente voy sacando las sabanas que me tapaban mostrando un pijama que Ikki me había obsequiado hace un año atrás. Era color amarillo y constaba de una camiseta con tres delicados botones en el centro del cuello, tiene una estampa del mundo de Disney, mas precisamente con la imagen de winnie pooh comiendo miel con sus manos…según mi hermano, me la dio por que yo le recordaba al osito…ya que soy casi tan dulce como él. Bueno eso dijo mi hermano. En fin…esta camiseta venia acompañada de un short del mismo color. Así que cuando termine de sacarme las mantas del cuerpo note que Hyoga me miraba muy atento y con una sonrisa de oreja a oreja.
- ¿Qué pasa?- pregunte secamente
- No nada…solo que te ves muy tierno con ese pijama…y eso que ya estás grande para usar algo así – me dice algo divertido.
- Si quizás tengas razón… pero amo todo lo que venga de mano de mi hermano…- dije casi molesto. Era verdad, me encantaban estas cosas y más si me las obsequiaba Ikki. Pero me molestaba que otros me consideraran muy grande para ello.
- Bueno… no te enfades…ahora cámbiate así nos podemos ir…
- Si…si…ya te oí…- termino de levantarme y busco entre mis cosas alguna prenda liviana. – ¿te quedaras viéndome? – le digo cuando noto que él sigue en la cama, sentado y mirándome.
- Si ¿Por qué?...somos amigos y encima hombres… ¿Cuál es el problema? – dijo divertido por mi expresión de vergüenza.
- A mi no me gusta que me observen Hyoga… ¿podrías irte? – no era realmente que me molestase que me vieran. Era que él me viera. Al final yo lo amo y me da pena.
- Ok…como gustes… te espero a bajo…pero no tardes…- se levanta de donde esta y lentamente sale de mi habitación. Miro fijamente la puerta por donde ha salido. Cuanto lo amo, tanto que quisiera llorar. Pero eso es algo que no haré y menos hoy que estaré con él compartiendo un picnic al aire libre. Solo con él…bueno no tan solo, también con los chicos…
Tomo de mi placar un jeans azul claro y una remera verde a rayas. Me visto y me ato el cabello. Para luego salir de la mansión y encontrarme con un Seiya corriendo de un lado al otro con un montón de recipientes plásticos que contenían los alimentos del picnic. Ikki mirándolo enojado por que por lo alborotado que estaba se les cayeron algunos al piso. Shiryu riendo a carcajadas por la situación. Y Hyoga tranquilo mientras platicaba con Fleur. Que al parecer vendría con nosotros, entonces sentí que este seria el peor día de la primavera.
- -¿todo bien Shun? – pregunto Saori extrañada por mi llegada algo tarde.
- ¿mh?...si… ¿Por qué? – pregunte fingiendo una sonrisa. Cosa que noto mi hermano pero que no dijo nada.
- Por nada…buenos días…- dijo la ella con una sonrisa
- ¡buenos días hermanito! – Ikki se acerco y me abrazo. Fue algo raro ya que mi nisan raramente tomaba la iniciativa de abrazarme - ¿seguro estas bien? – me pregunto en un susurro.
- Si…descuida…solo tuve una mala noche – le regale una semi sonrisa para que no se preocupara.
- ¡Buenos días Shun! – saludaron al mismo tiempo Seiya y Shiryu, al tiempo que recogían los últimos envases del piso.
- ¡Buenos días chicos! – respondí y me dirigí donde Hyoga y Fleur - ¡Buenos días Fleur! – salude solo por cortesía. No era que yo la odiara ni dada por el estilo. Solo tenia celos, pero no debía demostrárselo a nadie. Además de que no era su culpa lo que me pasaba.
- Buen día Shun…¿no crees que es un hermoso día? – pregunto tranquilamente mientras le sonreía a Hyoga
- Si lo es…- dije sin poder evitar mirar al rubio de mis sueños.
- Sobretodo para estar con el chico que te gusta. – ese comentario no me gusto, sentí que me estaba refregando el hecho de que ella estaba con él y no yo. Pero no había forma de que eso fuera intencional ya que no había nadie que supiera lo que me pasaba. Así que sin mucha emotividad dije.
- Es verdad…es perfecto para los enamorados – y por un segundo sentí la profunda mira azul de Hyoga penetrándome el alma. No entendí a que se debía.- bien ¿nos vamos? – dije para cambiar de tema y evitar sentirme incomodo con la mirada de él sobre mi.
- Si…ya súbanse que sino los abandonamos – grito Seiya desde una de las ventanas del vehiculo. Los tres asentimos con la cabeza y nos subimos a la combi.
El viaje en si fue muy tranquilo. Tatsumi conducía y de fondo se escuchaba música clásica, que de lo aburrida que era logro que la mayoría se quedara dormido en lo que duro el viaje.
Yo a diferencia de los demás permanecí despierto disfrutando del paisaje hasta que llegamos a un gran bosque. Desperté a mis amigos y entre todos nos organizamos para el picnic. Seiya y Shiryu se las arreglaron para poner la mesa mientras el resto terminábamos de cocinar, ósea preparar los emparedados y las ensaladas. Una hora mas tarde ya todo estaba en orden nos sentados, comimos, reíamos y hablábamos de cosas sencillas sin preocuparnos de salvar el mundo, ni nada.
El día era mas que hermoso y en aquel lugar se apreciaba mucho mas, los verdes árboles rodeados de pequeñas flores silvestres que adornaban el lugar con su infinidad de colores. Se respiraba paz y yo no pude evitar comenzar a caminar solo por aquellos parajes coloridos fotografiando en el paso cuanta bella flor o animal se me cruzase con mi celular. Llevaba fácil, dos horas caminando y ya me había alejado bastante del grupo que de seguro aun seguían jugando a las cartas a las orillas de la laguna donde estuve almorzado. Cansado de caminar me senté a contemplar el horizonte y mi mente se perdió entre sueños de un amor no correspondido. Me imagine que Hyoga en estos momentos debía de andar con Fleur abrazados y besándose bajo la sombra de estos bellos árboles. Y no lo pude evitar… las lagrimas comenzaron a caer de mis ojos. Me cubro el rostro con ambas manos y de pronto siento o mejor dicho huelo el aroma de una flor…sigo con el rostro cubierto tratando de descifrar a que flor le pertenece tan poderoso aroma
- ¿un jazmín? – digo descubriendo mi rostro para encontrarme con aquella flor frente a mis ojos. Entre las manos de Hyoga.
- Para ti…- extiende su mano y por inercia yo hago lo mismo tomando la flor. Y viendo extrañado.
- ¿para mi?...¿por que? – no pude evitar preguntar con cierta felicidad.
- Por que no puedo verte llorar…- dice mientras con el dorso de su mano seca una de las fugases lagrimas que cae silenciosa sobre mi rostro. - ¿Por qué lloras?
- Por nada…- digo apenado – es una muy bella flor Hyoga…gracias – trate de cambiar el tema.
- No se llora por nada Shun…dime…- me exige sentándose a mi lado.
- Lo siento…no puedo…- muevo mi cabeza en forma negativa y trato de aspirar el aroma del jazmín que me regalo.
- ¿Sabes?...en la cultura india el Jazmín simboliza el amor…- dijo Hyoga como si nada.
- ¿amor?...- lo miro de pronto a él y luego a la planta – ¿no deberías dársela entonces a Fleur…? – le digo algo dolido.
- ¡¿Hum?!... ¿a Fleur?...no…¿Por qué? – pregunta asombrado. – ella solo es mi amiga.
- Pues no lo parece…- dije sin darme cuenta del tono de mi vos. El cual sonó a reproche.
- Shun…¿Qué te pasa?
- Nada…
- Deja de decir que nada…algo te pasa…y quiero que me lo digas…- exigió tomándome por los hombros y clavándome su mirada azul sobre mis ojos.
- De acuerdo…pero no te enfades… ¿de acuerdo?- pedí, aunque no pude seguir mirándolo a la cara. Ya estaba decidido le diría lo que me pasaba, así muriese en el intento. – te amo…- dije así. Sin mas como si dijera “hola”. Había mucho silencio que solo era roto por el canto de los pájaros. Me sentí triste por que Hyoga se había quedado quieto. Aun no me dignaba a mirarlo al rostro y tenia miedo de ver rechazo o asco en él. Intente levantarme para dejarlo solo, pero él me sujeto el brazo y me jalo hacia si. De pronto me vi envuelto en su abrazo.
- Te amo…- me susurro al oído y recién ahí levante mi vista para enfocarla en su rostro. – te amo mas que a nada en mi vida Shun…- sonreí, mi corazón palpitaba a mil, estaba nervioso, feliz y quería besarlo.
- ¿De verdad? – no pude evitar preguntar entre lagrimas. El tomo mi rostro entre sus manos y lentamente descendió para besar mis labios. Mi primer beso pensé, sin saber como responder a aquel contacto.
- Si…- me dijo rompiendo el beso.
- Te amo – le dije nuevamente – te amo…te amo…- era tan feliz que podría decir aquellas dos palabras hasta quedarme afónico.
- ¿te gusto el Jazmín?
- Si…
- Ahora sabes… por que te lo di…he sentido esto desde hace mucho tiempo…
- Pero no dijiste nada…
- Igual tú…
- Es que… yo creí…que tú y Fleur…
- Si me di cuenta… pero solo somos amigos…- cayo unos segundos - ¿sabes?...he estado casi todo el año preparándome para declárate mi amor…y creí que con esta flor…se me haría mas fácil…- dijo sonriendo.
- Ya veo…
- No solo es por que representa el amor, sino por que están bella y fuerte como tu. – dicho esto el Hyoga vuelve a besar mis labios, pero esta ves profundiza mas el beso introduciendo su lengua en mi boca.
Mi estomago empieza a revolucionarse, estoy cada vez mas nervioso, siento como las manos de mi rubio se posan sobre mi cintura y yo casi ya sin voluntad subo mis brazos rodeando su cuello.
Los besos de Hyoga comenzaron a moverse por otras zonas de mi cuerpo. Los sentí sobre mi cuello. Beso y chupo la línea curva de mi garganta subiendo hasta el lóbulo de mi oreja. Pude sentir su respiración agitada, pude percibir sus manos colándose debajo de mi remera y un leve cosquilleo recorrió mi columna vertebrar haciéndome lanzar un gemido de excitación. No sabía lo que él me estaba haciendo, pero no me importaba solo quería que no parara. Así que incentivado por sus caricias comencé a explorar su cuerpo. Tan firme, plano, duro y a la vez tan suave. Note como contenía el aliento cuando rose con mis manos una de sus tetillas. Y juro por los dioses que ame su expresión al mirarlo a los ojos.
- No puedo mas Shunny…necesito…poseerte… - dijo con su voz ronca de la excitación. Me sentí tan feliz por aquellas palabras, que moría de ganas de estar con él a solas en una habitación. – pero no aquí…- de pronto note que ambos estábamos ya sin las remeras tirados sobre la hierba fresca rodeados de pequeñas florecilla. ¿en que momento terminamos acostados así? La verdad no lo se…advertí como Hyoga comenzaba a levantarse y a abandonar mi cuerpo. Así que casi por reflejo lo sujete de uno de su brazo y lo tire encima de mí.
- Poséeme…aquí…y ahora – exigí. Ya no me importaba nada. Y el lugar y el momento eran hermosos. Solo deseaba estar con él. Hyoga me miro impactado para luego suavizar su mirada.
- ¿seguro? – pregunto suavemente recostándose junto a mi.
- Quiero ser tuyo…- fue lo único que respondí antes de devorar sus labios. En cuestión de minutos ambos estábamos sin una sola prenda puesta. Hyoga repartía besos y caricias a lo lago y ancho de mi cuerpo. Yo no podía acallar mis gemidos por el placer, los cuales aumentaron cuando con pericia tomo entre sus manos mi miembro ya erguido para luego saborearlo con su boca. Lamió el tronco de mi pene degustándolo desde la base para luego metérselo por completo dentro. Subió y bajo sobre el, mordió, succiono hasta que percibí como la temperatura de aquella parte de mi cuerpo iba en aumento. Sentí que de un momento a otro estallaría y de hecho así fue…
- ¡Hyo…gaaa…! – exclame ya fuera de mi. Cuando me viene en su boca. Estaba muy agitado, sudoroso y mi respiración era irregular. No sabía que era lo que me había pasado…pero fue una de las experiencias mas maravillosas que tuve jamás. Luego de unos segundos él acerco su rostro al mío y me beso profundamente. Haciendo que deguste aquel extraño sabor que quedo entre sus labios debido al semen que aun tenían. Los besos continuaron y mi erección volvió a presentarse debido a las nuevas caricias. Con lentitud Hyoga acaricio mi entrada con uno de sus dedos.
- Dolerá…- dijo suavecito mirándome a los ojos mientras un dedo invadía mi cuerpo haciendo que me tense y arquee mi espalda – pero te prometo que no mucho – y me beso mientras incrustaba otro dedo. Estos Iván y venían dentro de mi cuerpo y Hyoga imitaba ese movimiento con su lengua dentro de mi boca. Al principio dolió, pero luego me relaje cuando comenzó a tocar un punto dentro de mí que hizo que gimiese entre sus labios. Él sonrío – ya estás listo…- dijo con una sonrisa y tomando su miembro fue abriéndose paso entre los delgados tejidos de mi cuerpo. Esta invasión provoco que me arqueara del dolor, pero aun así lo disfrute. Mi rubio una vez que entro se quedo ahí, quieto hasta que yo me relajara un poco mas y luego lentamente comenzó a moverse. Todo era muy tierno y lento hasta que de mi garganta salían gritos de placer y Hyoga se movió mas rápido y con mas fuerza
- Si…si…sigue…Hyoga…quiero….
- Que quieres….hahha- gemía el al compás mío
- Mas…quiero mas…no se que… quiero mas…fuerte…rápido…- jadeaba y enredaba mis piernas alrededor de su cintura. Él aprovechando esto, se levanto conmigo en esa posición y apoyo mi espalda contra un árbol. Comenzó hacer que mi cuerpo subiera y bajara sobre su miembro caliente más rápidamente y profundo…- aaaa…. Si….eso…- grite, ya casi agotado. Nuestros cuerpos traspirados y casi sin aire…
- Si…Shunnn…que…lindo… te amo…- decía mi rubio ya casi sin control siendo mas apasionado de lo que james pensé que seria. Yo ya estaba en mi limite y en un par de estocadas mas fuertes y profundas con un gran gemido tuve mi segundo orgasmo haciendo que también Hyoga acabase dentro de mi cuerpo.
Ambos caímos agotados sobe la hierba fresca. Nos quedamos abrazados un rato mas hasta notar que la luz del día se estaba apagando.
- -debemos volver – me dijo mientras se salía por completo de mi cuerpo - ¿esta bien? – pregunto preocupado
- En mi vida he estado mejor – dije con una sonrisa. Y era verdad…fue el día mas maravilloso de todos. Uno que jamás olvidaría. Él sabia que era así al igual que yo. Los dos nos vestimos en silencio.
- Oye…- me dijo antes de que emprendamos la marcha – te olvidas tu flor…
- Es cierto…- respondí ruborizado - ¿Hyoga?
- ¿si?
- ¿y ahora?
- ¿ahora que? – preguntaba aun sabiendo bien lo que yo quería preguntar.
- Tu sabes – dije – nosotros…pues tu…y yo…- no podía evitar el ponerme rojo - ¿Qué somos ahora?
- Novios…¿Por qué? – lo mire feliz
- ¿de verdad?...
- ¡ajam! – se acerco a mi y me beso en los labios - ¿Qué no quieres?
- ¡Claro que quiero! – exclame dichoso – “te amo”
- Y yo a ti…
Los dos regresamos donde los demás, para luego marcharnos a casa. Nadie me pregunto, ni a mi ni a Hyoga, donde pasamos toda la tarde. Solo nos vieron llegar contentos y cogidos de la mano.
Al llegar a la mansión me despedí de todos y me encere en mi alcoba. Busque entre los libros de mi biblioteca personal un libro de poemas y alli, entre los versos de mi autor preferido guarde mi bella flor de primavera…
Podrá nublarse el sol eternamente; Podrá secarse en un instante el mar; Podrá romperse el eje de la tierra Como un débil cristal. ¡todo sucederá!
Podrá la muerte Cubrirme con su fúnebre crespón; Pero jamás en mí podrá apagarse La llama de tu amor. Gustavo Adolfo Becquer
Y allí, marchita por el tiempo duerme el recuerdo de mi primer y único amor…..
FIN | |
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